¿dónde colocarse a pintar? ...

Fabriano 300 g grano grueso 50 % algodón 70 x 50 cm.













...siempre a la sombra.


El pasado domingo estuvimos un grupo de amigos pintando en la plaza del barrio sevillano de Heliópolis.


Aunque tuve que ponerme para componer el cuadro en un sitio soleado, tal como se ve en el reportaje fotográfico "robado" que José Ignacio me hizo  y que me ha gustado tanto que he elegido una de ellas para cambiar la foto de mi perfil en facebook, no era un sitio bueno para colorearlo.

La razón es que la iluminación solar sobre el papel de soporte deslumbra al pintor. tanto que resulta molesto pintar en esas condiciones, a no ser que se utilice una sombrilla parasol o incluso gafas de sol.

Lo mejor es cambiarse a una sombra próxima a fin de poder ejecutar con certeza y comodidad la aplicación de color.

La acuarela que muestro es el resultado de la sabia decisión de cambiarme al amparo de un plátano que arrojaba una buena sombra.

Representa un "hotelito " de las afueras de mi ciudad, en el muy sevillano barrio de Heliópolis cuyas calles están plagadas de naranjos, árbol característico de la ciudad de Sevilla.

paisaje con colores cálidos y colores fríos

Fabriano Disegno 5 300 g 50% algodón grano grueso 50x35 cm











Antes de empezar a mezclar colores en acuarela es conveniente dominar la valoración tonal de un sólo color para posteriormente pasar a utilizar dos colores y después una pizca de un tercer color.

Se debe permanecer con esta limitación de colores algún tiempo, justo hasta que hemos dominado su combinación. Por eso soy tan reiterativo con el argumento de los "dos con cinco".

El caso que nos ocupa es un ejercicio realizado con un color anaranjado, mezclado a veces con otro color cálido más rojizo, un almagra.

El punto frío lo pone el azul ultramar, que hábilmente mezclado nos dará algún verdoso pálido y oscuros fuertes.

El tiempo otoñal y vespertino evita la profusión de tonos verdosos típicos de la zona donde habito.

Respecto a la composición he de decir que está razonablemente equilibrada:

el formato horizontal "tranquiliza" e "inmoviliza" la escena más que un formato colocado verticalmente, que impone mayor dinamismo;

la colocación del horizonte por encima de la línea aúrea (dos tercios de altura aproximadamente) puede inquietar un poquito, dando una sensación de no saber qué hay más allá de la cerca;

la distribución de colores obliga al espectador a realizar un paseo por los cuatro puntos fuertes del cuadro ((empezando por la masa azul oscura del rincón noreste, siguiendo por el sur de este a oeste, a través de la gran sombra cálida del primer plano, paseando por un camino que casi se sale de la escena con cierta inquietud, para terminar topando con la cerca cerrada que nos impide seguir más allá).

Después de esta exposición nos podemos preguntar: ¿cuál es el motivo principal de esta composición?...

¿quién dice que la acuarela no se puede corregir?

trabajo posterior 

Trabajé esta acuarela para realizar una actualización sobre sombras en el paisaje urbano y el pasado fin de semana, recuperando acuarelas susceptibles de enmarcar, me fijé en esta y no acababa de convencerme en varios aspectos:

ni me gustaba el primer plano de la figura con la bicicleta,
ni las sombras violáceas del plantaeamiento tonal general.
fase anterior












Así que me he puesto manos a la obra y presento el resultado de la operación de "recuperación facial".

Entonces me pregunto: ¿quién dice que la acuarela no se puede corregir?





el dos y medio elevado a dos con cinco

Hace algún tiempo algún compañero de acuarela me preguntó sobre cuál era el número se sesiones óptimo para pintar una acuarela

Hice una actualización al respecto, respondiendo que a mí personalmente me resultaban mejores las acuarelas que realizaba en dos sesiones y media:

la primera para plantear el motivo y dar en húmedo las primeras luces y colores,
la segunda para tratar el color con sus valoraciones cromáticas y tonales y,
la tercera para matizar algunos contrastes y perfilar algunos contornos.

Fabriano 300g  50% algodón 50x35 cm.
Fabriano 300 g. 50% algodón 50x35 cm.

Cada vez que nos encontramos, este compañero siempre me refiere el "dos y medio", así que he seguido con este significativo número.

Ahora que comparto mis conocimentos con otros acuarelistas noveles, que desean pintar conmigo para transferirles mis experiencias, he elevado el dos y medio a la tercera potencia, o mejor dicho a potencia 2,5.

En el aprendizaje desde cero de disciplinas complejas que cuentan con un sinfín de variables, es conveniente fijar casi todas ellas y aprender de cómo se comporta una de ellas en el resultado final del experimento.

Aplicado este concepto a la técnica de la acuarela significa lo siguiente:

enseño a mis alumnos a trabajar en sesiones de dos horas y media, con dos descansos obligatorios, a fin de dividir el tiempo de desarrollo pictórico a dos sesiones y media y, además, les limito el color a aplicar a "dos colores y medio".

Los dos colores y medio suelen ser uno cálido, otro frío cuasi complementario y un tercero que matice el primero de ellos. 

De esa forma les obligo a disciplinarse en la exitosa armonía de usar una paleta estrecha de colores y a ejecutar razonablemente rápidas las acuarelas evitando su "agrisamiento" por pasadas interminables de pinceladas inútiles, propio de novatos.

Los ejercicios que muestro en esta actualización son fruto de esta disciplina y representan dos vistas de la ribera del río Guadiamar a su paso por la sevillana localidad de Aznalcázar.
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